miércoles, 2 de octubre de 2013

Hace tiempo que no escribo y no se el por qué. Quizás sea porque no me veía con fuerzas, no me veía con ganas de expresar las cosas, no encontraba razones para hacerlo, no tenia motivos. Empecé mil textos en mi mente, encontraba palabras idóneas para expresar lo que sentía y lo que rondaba por mi mente, pero a la hora de sentarme y ponerme a escribir no podía, las palabras no fluían, siempre lo dejaba para después y al final nunca lo hacia. Nunca he sido de esas personas que cuentan las cosas, es difícil que yo te cuente lo que siento, puedo llegar a ser fría y no me gusta, siempre te lo que pienso  aunque pueda ser duro, me cuesta expresarme con los de mi alrededor, soy muy mía, tengo siempre la idea de que el decir lo que sientes puede jugar en mi contra y hacerme mas daño, pero sin embargo soy buena escuchando y dando consejos y a veces eso me juega una mala pasada. Odio el no poder expresarme el guardarme tantas cosas pero por experiencia se que solo puedes desahogarte con los que verdaderamente están ahí y yo de esas personas tengo pocas, como todos supongo. No soy de esas personas que tienen amigas que tienen que aguantarla ya saben, no cuento mis cosas. Y quizás sea por eso por lo que no escribo desde hace tanto. Un día me di cuenta que la mayor parte de los textos que escribía eran sobre cosas negativas y eso me hizo pensar ¿soy tan negativa? Siempre intento tener una sonrisa pero a veces se hace difícil y costoso, pero bueno no todo es de color de rosa, la vida tiene cosas buenas y cosas malas y eso lo sabemos todos, si todo fuera fácil ¿qué sentido tendría la vida?. Así que aquí estoy escribiendo y comprometiéndome a mi misma de que no lo volveré a dejar, de que escribiré todo lo que sienta y será otra vez mi manera de expresarme y esta vez intentare cumplirlo.