Hace tiempo que no escribo y no se el por qué.
Quizás sea porque no me veía con fuerzas, no me veía con ganas de expresar las
cosas, no encontraba razones para hacerlo, no tenia motivos. Empecé mil textos
en mi mente, encontraba palabras idóneas para expresar lo que sentía y lo que
rondaba por mi mente, pero a la hora de sentarme y ponerme a escribir no podía,
las palabras no fluían, siempre lo dejaba para después y al final nunca lo
hacia. Nunca he sido de esas personas que cuentan las cosas, es difícil que yo
te cuente lo que siento, puedo llegar a ser fría y no me gusta, siempre te lo
que pienso aunque pueda ser duro, me
cuesta expresarme con los de mi alrededor, soy muy mía, tengo siempre la idea
de que el decir lo que sientes puede jugar en mi contra y hacerme mas daño,
pero sin embargo soy buena escuchando y dando consejos y a veces eso me juega
una mala pasada. Odio el no poder expresarme el guardarme tantas cosas pero por experiencia
se que solo puedes desahogarte con los que verdaderamente están ahí y yo de
esas personas tengo pocas, como todos supongo. No soy de esas personas que
tienen amigas que tienen que aguantarla ya saben, no cuento mis cosas. Y quizás
sea por eso por lo que no escribo desde hace tanto. Un día me di cuenta que la
mayor parte de los textos que escribía eran sobre cosas negativas y eso me hizo
pensar ¿soy tan negativa? Siempre intento tener una sonrisa pero a veces se
hace difícil y costoso, pero bueno no todo es de color de rosa, la vida tiene
cosas buenas y cosas malas y eso lo sabemos todos, si todo fuera fácil ¿qué
sentido tendría la vida?. Así que aquí estoy escribiendo y comprometiéndome a mi
misma de que no lo volveré a dejar, de que escribiré todo lo que sienta y será
otra vez mi manera de expresarme y esta vez intentare cumplirlo.